miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mis equipos favoritos (I)

El Real Madrid de Valdano(94/95).

Ha sido el último Madrid que vi jugar bien una temporada entera. Bueno en realidad jugaron mejor la 1º vuelta, pero no deshagamos la mística tan pronto. Mucho se recuerda al Madrid de los Galácticos y al de Del Bosque pero parece olvidarse que aquel equipo en la liga sufría de lo lindo y que colectivamente no funcionaban demasiado. Pero este equipo sí. No se había clasificado para la Champions el año pasado y Valdano llegaba con la promesa de devolver al Madrid lo que le había quitado en Tenerife. Supo aprovecharse de las circunstancias y construyó un equipo a partir de lo que el Madrid no pudo vender (Amavisca, Zamorano) y de los que cubrieron las ausencias de los que se lesionaron (Michel, Redondo), además de algunas apariciones, unas sorprendentes (Raúl) y otras no tanto (Laudrup). La primera vuelta fue un baño, con 5-0 incluido (y devuelto de la temporada anterior) al Barça en el que abundaron las goleadas. Repasemos quienes eran.


Buyo. Mi portero favorito. Quejica, teatrero y flipao como pocos. No soporto leer u oír sus opiniones en los medios, pero “el tigre de Betanzos” me parece uno de las porteros más infravalorados de la historia y con muy mala suerte (cantadas dirán los infieles) en momentos clave (PSV, Tenerife, Milán). Bajo para los balones por alto, un mortero en el pie para el saque en largo, Casillesco en el uno contra uno y como pez en el agua para los tiros lejanos. El mejor palomitero para la foto que se ha calzado pantalones cortos y mangas largas. Me lo encontré una vez por Madrid y no me atreví a contarle lo que sentía por él. Soy un cobarde.


Quique S. Flores. El sobrino de ”La Faraona” llegaba del Valencia ya acercándose a la treintena. Fue un fichaje de perfil bajo muy rentable que le ganó el puesto a Chendo por su vocación ofensiva. A la temporada siguiente bajó su nivel y hoy es un entrenador dado al desmadre pero interesante.




Hierro. Se había instalado definitivamente en la defensa después de años de centrocampista ofensivo y luego organizador. Al retrasarse, los espacios le hicieron favorecer su pase largo sin tener que preocuparse por su lentitud. En defensa esa lentitud (lo suyo era un trote cochinero de codos encogidos) la suplía con colocación, piernas largas y muchas ,muchas malas artes. Se le acusó de contar con complicidad arbitral pero sigue siendo “el defensa” en el imaginario madridista. El clásico jugador que caía mal a todo el mundo menos a los del Madrid. Y al que se pasaba de listo...



Sanchís. Mi padre decía que llevaba la camiseta por fuera porque no tenía cintura y es verdad. Tenía muchos defectos y además era bajo para el puesto, de hecho no iba a ser titular esa temporada pero se salió. Fue uno de los defensas más elegantes con habilidad para anclar el pie y evitar los rebotes. Además, sacaba el balón de lujo y es uno de los mejores regateadores que han jugado de centrales. El capitán fue clave en que el Madrid jugase bonito.


Alkorta. Era buenísimo. Iba a ser el titular, parecía el complemento ideal para Hierro por su velocidad, pero la pretemporada de Sanchís y unas lesiones le dejaron en el banquillo. Siguió siendo titular con la España de Clemente, pero en el Madrid de este año apenas se le vio. Este velocísimo central sí demostró en las temporadas siguientes su calidad, aunque siempre será recordado como una sombra asombrada que Romario deja atrás con su cola de vaca en el 5-0 del año anterior en el Camp Nou.


Lasa. Desde el lateral izquierdo marcó el gol a mayor distancia que se ha logrado en la liga, 59 metros. En el tiempo de descuento contra el Sevilla ganando 1-0 el Madrid quiso despejar y Unzué la vió pasar por arriba. No hay mucho más que decir de él. Cumplió y además pasó a la historia. Aplicado en defensa, rápido y algo tosco a pesar de jugar alguna vez en el medio del campo, tuvo en Sergi Barjuán un espejo. Era bastante majo.



Milla. Ex del Barça, preciso y eficiente. Se convirtió en el héroe por accidente ante la lesión de Redondo. Era el único pivote defensivo de un equipo que se defendió atacando y su calidad le hizo conectar con Laudrup. A pesar de tener un físico discreto robó muchos balones y distribuyó con criterio. Guardiola lo considera uno de sus maestros. Su trabajo era tan discreto y necesario que no se me ocurren chistes que hacer.




Redondo. Se le recuerda por su acción menos habitual, el regate que años después haría de tacón contra el Manchester y que culminó en asistencia a Raúl. El madridismo el adora pero olvida la caña que le dio. Era la bandera del estilo que quería imponer Valdano pero se encontró con el rechazo del público y con una lesión que le dejó fuera muchos meses. Cuando volvió, a Milla no había quien le quitas. Ese pelo de Yuppi que traía no ayudaba.


Luis Enrique. Iba a ser el lateral izquierdo pero la lesión de Michel le colocó de medio por la derecha. Entre el Sporting, el Madrid y el Barça jugó de todo menos de central, portero y organizador. Marcó goles, pero no dio asistencias y abusó del regate lo que le valió los silbidos del Bernabeu (un público bastante ingrato) en algún momento. El cabroncete se la guardó y la devolvió dando sus mejores años al Barça. Aún así aportó a un Madrid muy estilista, garra y velocidad al contrataque. Ah, y el 4º gol del 5-0 en el Bernabeú. Parecía tonto viendo la foto pero luego bien que espabiló.


Michel. Otro que iba para titular y acabo en el hospital. Se rompió y perdió la temporada que parecía le venía como anillo al dedo. Uno de los mejores tiradores de penaltis y de centros que he visto vio como el rombo que Valdano tenía previsto (Redondo-Michel-Martín Vázquez-Laudrup) mutó a Milla-L.Enrique-Amavisca-Laudrup. El resultado fue un rombo más largo, con más recorrido, menos toque pero más llegada y dinamismo.


Amavisca. El mejor socio de Zamorano, el “puñal de Laredo” tenía un lazo listo para cederlo pero se encabronó y se quedó. Menos mal. Este cántabro peludo, rockero, culto y de piernas de araña hizo característica su veloz carrera por la banda y centro con costalazo incluido para meter bien la rosca. Hasta la aparición de Raúl jugó de delantero. Dio muchas asistencias, peleó como si cobrase por goles y marcó muchos. Para el recuerdo queda su manera de celebrarlos. Rodilla al suelo, cabeza gacha y pulgar al cielo en recuerdo de un amigo suyo fallecido.


Laudrup. Qué decir, del mediapunta más preciosista que dieron los 90. Sus pases (sin mirar) y sus regates (la croqueta que practica Iniesta) tenían sello de genio. Su fichaje por 200 millones, una ganga para la época, debilitó al Barça que lo quiso sustituir por Hagi. No le quedaron muchos años a gran nivel (su siguiente año fue discreto como el de todo el equipo) y su explosivo sprint de 3 metros había desaparecido pero los madridistas agradecemos que pasase por el Bernabeú para regalarnos el mejor año de fútbol que recuerdo por parte del Madrid. Confirmó lo que muchos creíamos, que era el jugador del Barça al que mejor le quedaba el blanco. Pongo el cromo porque aún no me creo que lo fichásemos (no como con Lasa que no había más fotos). Ojo a la zapatillas de "pofesioná" de la foto.


Martín Vázquez. Tal vez el centrocampista español con más calidad de los 90. Pasó por diversos equipos europeos cuando no se estilaba (Torino en un medio campo con Scifo y Lentini y Marsella si no me equivoco) pero volvió a hacer anuncios contra la caida del pelo (Alfonso recogería su testigo) y a pasear su clase por la liga. Jugó bastante y bien, de medio por la izquierda (hasta que Amavisca se retrasó) y de mediapunta (para sustituir a Laudrup). Sus controles, voleas y pases compensaban de sobra su tendencia a la dispersión. El 5º hombre más usado del mediocampo y el último bigote respetado del fútbol.


Raúl. Llevaba 17 goles en 8 partidos en el Madrid C de la 2ºB y Valdano lo puso de titular contra el Zaragoza, el resto es historia. Se pasó la temporada fallando goles cantados pero jugando muy bien. Por entonces luchaba menos pero era veloz y creativo. Un delantero con 17 años capaz de buscarse la vida y los goles. Posiblemente Alfonso debía haber jugado más minutos pero invertir en él no hace falta aclarar que fue un acierto.


Alfonso. Era la esperanza blanca, regateador, con gol, madridista (luego parece que dijo que era del Barça cuando fichó por ellos) de la cantera, ambidiestro, luchador, efectivo. Lo tenía todo, pero un año antes, en el 5-0 del Camp Nou, se rompió y para cuando se recuperó ya estaba en el Betis. Su presencia fue lastrada por las lesiones no muy graves pero frecuentes y la aparición de Raúl a quien llevaba a los entrenamientos en su coche porque el chaval aún no tenía carné. Un buen tipo que iba para marcar una época en la selección y en el Madrid y se quedó con el nombre del estadio del Getafe “Coliseum Alfonso Pérez” Toma ya.


Zamorano. Alternaba una temporada buena (veintipico goles) con una mala (diecipocos). Este año tocó la buena. Valdano suspiraba por Rubén Sosa, pero el Madrid de Mendoza andaba corto de efectivo y se tuvo que quedar con Zamorano a quien Valdano y Cappa no querían ni en pintura. Fue Pichichi, socio ideal para los centros de Amavisca (sociedad ilimitada los llamó Valdano y algunos rumores dijeron que eran pareja, igual que poco después pasó con la dupla en el banquillo del Barça, Robson/Mourinho.) y los pases en profundidad de Laudrup y un ejemplo de carácter. Este delantero chileno poco dado al toque (al estilo Batistuta) parecía tener un trato con las corrientes de aire, porque su salto siempre duraba un instante más que el de los defensas. Marco tres goles contra el Barça en el 5-0 y el golazo decisivo que dio la liga en el Bernabeú, frente al rival directo el Superdepor.

4 comentarios:

  1. Promete la serie.

    Ah, el cromo de Lasa, un tema.
    Y, por cierto, ese corte de lateral demasiado correcto, tipo Nando (Deportivo), se ha perdido. Ahora, la esperanza es Monreal.

    (...)

    ResponderEliminar
  2. Madre mía amigo encapotado, a estas horas y pensando en laterales demasiado correctos. Que incorrección.

    Creo que lo próximo será el Ajax de Van Gaal o el Racing de Radchenko, pero acepto sugerencias. Y advierto, estoy demasiado sensible para hacer odas al dream team.

    ResponderEliminar
  3. Mis sugerencias:

    1- el Milan de Van Basten.
    2- el Arsenal de Bergkamp.
    3- la Juventus de Zidane.
    3- o el Racing Felipe Melo.

    ResponderEliminar
  4. Ricas ricas las sugerencias, la pena que no vi jugar mucho al Milán de Van Basten, aunque no me va a detener a estas alturas no tener ni puta idea para opinar.

    Ojito al Parma de Faustino Asprilla.

    Ah el Calcio, como diría Loquillo "cuando fuimos los mejores"

    ResponderEliminar

Demuestra que tú también opinas sin saber